Llevo meses sin entrar por aquí. La pandemia global de la COVID-19 nos ha cambiado muchísimas cosas. Aunque debo reconocer que, afortunadamente, en Australia no ha sido muy grave (en el momento de escribir estas líneas, Australia tiene oficialmente 7285 contagiados, 6759 se han recuperado y 102 han muerto), pero que sí ha trastocado muchísimas cosas. En mi caso han sido varias conferencias científicas y congresos a los que esperaba asistir, muchos eventos científicos que se han cancelado, el reto del cambio de las clases presenciales a las clases (y examen) «on-line» (esto es lo que me ha traído de locos en los últimos dos meses) y el tener al crío en casa y lidiar a la vez con el trabajo y con su educación escolar (es lo que más me influyó en marzo-abril).
Por estos motivos mi divulgación científica se ha visto seriamente afectada. Tenía que usar ese tiempo para otras cosas, y si tenía unos minutos extra los prefería dedicar a la divulgación en inglés. Además, la COVID-19 se ha llevado por medio (espero que temporalmente) el suplemento Zoco de Diario Córdoba, por lo que escribir un artículo de divulgación astronómica de dos páginas a la semana en español se ha parado desde finales de febrero (mi último artículo publicado en el Zoco, subido aquí, fue «El color del aire«). Tal es así que la semana pasada, intentando escribir un artículo sobre «los bariones perdidos encontrados usando las ráfagas rápidas de radio» para luego comentarlo en el episodio 270 del podcast Coffee Break, me quedé bloqueado bajo el folio en blanco y terminé «procrastinando» mirando otras chorradas… (si quieres que intente escribir ese artículo, por favor coméntamelo abajo, si tengo suficientes ánimos lo haré).
Pero quiero insistir: no me quejo. Que no se vea como tal. Viendo como ha ido el resto del mundo, y en particular la situación en España, aquí hemos sido unos privilegiados. Yo mismo no tengo que lamentar ninguna víctima conocida de forma directa (sí de forma indirecta) en España. Toda mi familia está bien, y viviendo en Australia no hemos tenido una restricción total como en España. De hecho, prácticamente todos los días salíamos mi hijo, mi mujer y yo, con Lucía, nuestra adorable perrita, a dar un paseo. Trabajar desde casa, algo que llevo haciendo de forma rutinaria años, ha evitado el estrés del tráfico, y poder usar ese tiempo para otras cosas. Y, además, como el tiempo meteorológico ha acompañado muchas noches, he hecho multitud de observaciones con mi telescopio de aficionado desde el jardín de mi casa (algo que debería contar por aquí con más detalle, aunque sí lo he hecho en mi blog en inglés).
A ver, a lo que iba, que ya me enrollo como otrora hiciera de forma rutinaria en mi blog original, quería dejar por aquí la animada tertulia en la que tuve el honor de participar la semana pasada Invitado por Mercedes Ruiz y Jesús Hernández tuve el honor de participar el jueves 4 de junio, junto con mis admirados compañeros Nayra Rodríguez (Instituto de Astrofísica de Canarias) y Daniel López (El Cielo de Canarias), en una tertulia virtual donde debatimos sobre temas de astronomía aplicados a la enseñanza.
El vídeo completo de la tertulia (1h y 18 minutos) lo tenéis en este enlace de YouTube.
Debo reconocer que me habría gustado aportar aún más y hablar más, pero no quise interrumpir a mis compañeros ni tener yo más tiempo que los demás.
¡Espero que os guste!